1) El pergamino de la seducción

Gioconda Belli

Editorial Seix Barral (336 páginas)

Lo elijo porque...

Porque cuenta otra historia de Juana de Castilla, conocida por la historiografía clásica como Juana “la loca”, llamada así por su inteligencia, astucia y belleza. En este libro se intenta resolver el enigma: si enloqueció de amor, como cuenta la historia oficial, o fue víctima de traiciones y luchas por el poder.

Fragmento de “El pergamino de la seducción”

“Sin mis hijos en este palacio me volvería loca de añoranza de no ser porque todo el día entran y salen sastres y costureras, peluqueros y plateros que me traen los terciopelos, sedas y brocados, los calzados y pelucas que debo elegir para el viaje. Se han preparado más de cien carretas para llevar nuestro equipaje”.

2) El cuento de la criada

Margaret Atwood

Editorial Salamandra (416 páginas)

Lo elijo porque...

Esta autora canadiense plantea una sociedad distópica y futurista en la cual las mujeres son utilizadas como incubadoras para los líderes y sus esposas.  En el texto se destaca una crítica social y la fragilidad de la situación de          las mujeres. Es una novela visionaria, escrita de forma inquietante y maravillosa.

Fragmento de “El cuento de la criada”

“Frente a nosotras, en el otro banco, una mujer reza con los ojos cerrados y tapándose la boca con las manos. Quizás no está rezando, sino mordiéndose las uñas de los pulgares. Tal vez está intentando calmarse. La tercera mujer ya se ha calmado. Está sentada con los brazos cruzados y sonríe levemente. La sirena suena sin cesar. Este era el sonido de la muerte...”

3) Memorias de Adriano

Marguerite Yourcenar

Editorial Debolsillo (320 páginas)

Lo elijo porque...

En este caso de ficción histórica la autora relata la vida y la muerte del emperador Romano Adriano.  En sus páginas, la escritora permite que la voz del emperador Adriano fluya sin intermediarios y nos revele los acontecimientos de su vida pasada. Además recrea la forma que tenía de ver el mundo.

Fragmento de “Memorias de Adriano”

“Mi vida había vuelto al orden, pero no así el imperio. El mundo que acababa de heredar semejaba a un hombre en la flor de la edad, robusto todavía aunque mostrando a los ojos de un médico imperceptibles signos de desgaste, y que acabara de sufrir las convulsiones de una grave enfermedad”.